martes, 4 de noviembre de 2008

El Bar Español


El bar de mayor tradición en Posadas ya tiene 50 años

Así se lo ve al Bar Español. Lugar de charlas sobre temas cotidianos; políticos, intelectuales, artistas, periodistas, comerciantes, enamorados, viejos amigos, familias que almuerzan o cenan; jóvenes que desayunan luego de una noche de boliche y a media mañana, el cafecito que trae un respiro entre las diligencias diarias, el lugar ideal para el encuentro.


Cincuenta años de cambios, altibajos, alegrías, tristezas, nostalgias, recuerdos, personajes que perduran a lo largo de cuatro generaciones. Pero el bar sigue en pie y más renovado que nunca.
Hace cinco años, Cristian Orué Manfredini se puso al frente del local tras haber adquirido el fondo del comercio. Con muchas expectativas asumió la responsabilidad y el compromiso de seguir con el bar, hito que comprende la historia y la cultura posadeña. Fue un relanzamiento, al comenzar tuve una doble presión, la gente se mostraba expectante porque en ese momento tenía 26 años y debía llevar adelante el negocio del bar.


Respecto a la estrategia para hacer resurgir al tradicional punto de encuentro, el joven emprendedor apunto a captar clientes, con la necesidad de levantar el negocio, entonces jugaron con el nombre que está instalado, posicionado en la sociedad, tiene trayectoria, el bar es un clásico.

El negocio conserva a cinco miembros del personal más antiguo, tres cocineros y dos mozos e incorporó a trece nuevos empleados.
El Bar Español, tiene un puñado de historia en cada rincón, factor que resultó decisivo para definir la inversión.

Un poco de historia.

Dos paisanos españoles muy jóvenes que emigraron a la Argentina, de oficio viajantes pero con grandes sueños y expectativas ante las oportunidades y emprendimientos que podrían generar en estas tierras, encontraron en Misiones su lugar.

Después de viajar y viajar Darío Cebolla Bueno, quien nació entre montañas en el pueblo de Calmarza, provincia de Zaragoza, España; decidió instalarse en Posadas para emprender una nueva vida, además del verde paisaje lo atrapó el amor hacia María Clemencia Badie, una misionera muy bonita de descendencia francesa, con quien se casó en la capilla San Roque cuando todavía era de tablas.
Tuvieron dos hijos Marilyn y Darío.

Por aquel entonces algo había que hacer, Darío y su amigo Guillermo Coll, nacido en Islas Baleares, Mallorca,España compraron el local y casa de familia de la calle Bolívar a Becalel Zukurman, de origen judío polaco.
Había que hacer varias reformas, la calle Bolívar era más baja que las veredas, por lo tanto las casas estaban altas y había escalones.

Se trabajaba mucho, porque el bar era la novedad y como la gente no tenía a donde ir, se llenaba a la mañana y a la noche. Por la mañana, a las 5.30 el bar ya estaba abierto.

Francisco Cáceres, el mozo más antiguo del Bar Español, comenzó a trabajar allí en 1965, a los 22 años de edad sin interrupción alguna.
Hoy esta atendiendo a la cuarta generación, de los viejos clientes que ya son pocos los que vienen, en algunos casos vienen ya los nietos o bisnietos.


1 comentario:

Marcelo L. Aquino dijo...

Estimada gente de Descifrando Posadas. Primeramente quisiera felicitarlos por el Blog y por la excelente información que brindan. Posadas es una ciudad tan linda que es bueno que haya espacios como este para poder poner a conocimiento todo lo que tiene que ver con ella.
Casualmente revisando los links hacia mi sitio Misiones Vive, he notado que en esta nota, hay un enlace hacia el sector de Bares de la ciudad de Posadas, lo cual desde ya les agradezco.
Habría mas que decir pero no quiero extenderme demasiado, solamente desearle el mayor de los éxitos.
Un gran saludo a todos.

Marcelo L. Aquino