Los edificios de Posadas, los hay de diferentes tamaños, colores, y responden a diversas corrientes arquitectónicas. Los hay nuevos, no tan nuevos y antiguos, algunos con años vieron pasar por sus paredes mucha de la historia rica de esa Posadas pujante de los comienzos del siglo pasado. Muchos de ellos fueron declarados monumentos históricos de
Podemos nombrar entre otros el olvidado Hotel Savoy,
Pero basta con recorrer las calles de la ciudad y prestar atención a esas fachadas corroídas por el paso de los años y el abandono, de una sociedad que le da la espalda, por olvido u omisión e ignora que esas paredes tiene recursos imborrables para la memoria colectiva. Por otro lado la falta de políticas claras por parte de los sucesivos gobiernos para mantener ese patrimonio cultural, social y espiritual que significan esos edificios.
Al entrevistarnos con
Con una ley reglamentada y un organismo encargado que lleva las de diez años vemos como nuestros edificios pierden valor a medida que los años pasan y se van convirtiendo en refugio de los excluidos de la sociedad o como soporte de una campaña política, sucia y sin códigos que ocupa la majestuosidad de estos edificios como trampolín político de unos personajes, quienes paradójicamente en sus plataformas jamás plantearon la puesta en valor de los monumentos.
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